Susel Paredes:
“Las feministas amamos a los hombres”


Se hizo conocida hace algunas semanas con el homofóbico cartel de "la candidata lesbiana". Pero Susel Paredes, postulante al Congreso por el Partido Socialista, tiene una interesante trayectoria en el ámbito de los derechos humanos y la defensa de las víctimas de violación.

Entrevista diario La Republica 19/03/2006
Por Elizabeth Cavero.
Fotos: Melissa Merino.
 
 
         

Ella tuvo la suerte de no sufrir discrimación en la escuela pues, durante aquellos años, no descubría aún su orientación homosexual. Susel Paredes probó aquel trago amargo muchos años después, cuando se dedicaba a enseñar Sociología en una universidad limeña. Tenía no solo dos carreras y una maestría de la Complutense de Madrid, sino también experiencia enseñando. Un buen día, le dijeron que se iba sin ninguna justificación.
"Yo tengo que hacer algo", pensó y desde aquellos tiempos trabaja en la ONG feminista Flora Tristán. Pero no solo por los derechos de la población homosexual. Principalmente, el trabajo de Susel Paredes, actriz profesional y abogada con especialidad en Derecho ambiental y en poblaciones indígenas, se ha orientado a proteger a las miles de niñas indígenas que en este país son violadas impunemente.

–Usted ha declarado sobre la píldora del día siguiente, pero probablemente es una de las candidatas a las que menos les compete el tema.
–¡Cómo que no! Es a la que más le compete. Soy feminista y he trabajado por el tema de la píldora, no desde ahora, sino desde el 2003. Incluso he firmado una acción de cumplimiento que se presentó ante el Poder Judicial. Lo que pasa es que la prensa prefiere hablar de lo que más vende.

–¿Cuál es el público objetivo de electores al cual se dirige para poder llegar al Congreso? ¿A la población homosexual o a todos en general?
–En las elecciones internas de mi partido fui elegida por un grupo de mujeres feministas y lesbianas para representarlas. Pero, antes que nada, soy militante y respondo a la agenda de un partido. Cuando tú me hablas de "público objetivo", me estás hablando de una estrategia de marketing. Y yo no estoy entrando a estas elecciones con una estrategia de marketing, sino con una agenda política.

–Esa agenda, con la que usted se presenta, ¿es eminentemente de reivindicaciones para la población homosexual?
–¡Noooo! Yo soy una defensora de los derechos humanos y trabajo hace años en la defensa de sectores vulnerables.

–Entonces, ¿el hacer pública su opción sexual, más bien le ha hecho daño?

–No, no me ha hecho daño y comprendo a los medios: si digo que soy abogada de las federaciones de mujeres indígenas asháninkas y aguarunas, como efectivamente soy, ¿eso vende? No. Si digo que soy lesbiana, ¿eso vende? Por supuesto.
Igualdad ante la ley

–¿Qué parte de su agenda está destinada a los derechos de los homosexuales?
–Es urgente que se apruebe lo que presentó Javier Diez Canseco en el Congreso, que es un proyecto de Ley de No Discriminación por Orientación Sexual. Eso es lo primero. Después de conseguirlo tenemos que ir a una reforma del Código Civil. Ojo: la prensa pregunta por el matrimonio homosexual, pero eso no va a servir de nada si antes no tenemos una ley que evite que nos boten del trabajo por discriminación sexual, que no nos boten de la universidad y del colegio, y que no nos obliguen a tener tratamientos psicológicos y psiquiátricos.

–¿Eso debe ser penalizado?
–Por supuesto y si yo entro al Congreso, inmediatamente pido la modificación del Código Civil para que se reconozcan las uniones de hecho a los homosexuales. ¿Sabías que las parejas homosexuales no pueden acceder a créditos de Mi Vivienda porque no tienen "ingreso conyugal"? Ese es un derecho que hoy solo tienen los heterosexuales.

–¿Qué otros puntos tiene su propuesta para la comunidad gay?
–Punto uno, como te decía, una Ley de No Discriminación. Punto dos, el reconocimiento de las uniones de hecho. Punto tres, el matrimonio, para acceder a los mismos derechos sobre la herencia.

–¿Deben los homosexuales tener derecho a adoptar?

–Ah, bueno. Yo te decía que hay que modificar el Código Civil, pero, como se ha hecho en España, también hay que modificar el Código del Niño y del Adolescente, para que se incluya la adopción. En este momento, en el Perú, hay muchos padres gays y muchas madres lesbianas que la ley no reconoce. Cuando la sociedad se sincere y se dé cuenta de esto, lo van a tener que aceptar. La ley va detrás de la realidad.
–Muchos cuestionan los valores que los padres homosexuales les transmiten a los niños.
–Mira, mi papá es heterosexual y mi mamá es heterosexual. Explícame por qué yo no lo soy. Lo más probable es que la mayoría de niños criados por homosexuales sean heterosexuales, porque es la norma social más extendida.

–¿Su familia es católica?
–Claro que sí. Y hubo un familiar que me preguntó por qué había hecho pública mi opción sexual, y yo le dije: porque respeto los diez mandamientos y no voy a mentir. La verdad te hará libre es otro principio cristiano que yo aplico y que me ha hecho libre de la extorsión. Yo ahora estoy libre de Magaly y de Montesinos.

–En todo el carnaval de la inscripción de listas, un diario la puso como parte de la farándula que postula al Congreso, junto a Tongo, Melcochita, etc.
–Sí, y yo a Tongo no me parezco en nada. Soy fanática de la música tropical. ¡Fanática auténtica¡ De Juaneco y su Combo y de Los Mirlos. Pero yo estudié Teatro en la PUC y Derecho en San Marcos… dime en qué me parezco a Tongo o a Belisa.

Violaciones sin castigo
–¿Las mujeres indígenas están especialmente expuestas a la violación?
–El problema es que mucha veces las leyes propias de estas comunidades se oponen a los derechos humanos. No es posible, por ejemplo, que la violación de una niña se castigue con el pago de cien soles. Esas cosas existen y lo que yo promuevo es la no observancia de esas normas.

–¿Nadie protege a las mujeres indígenas en este sentido?
–Las comunidades indígenas, en general, están abandonadas. Hay comunidades en las que, cuando las mujeres ya no aguantan más el maltrato, ellas envenenan al hombre. Pero en el caso de las aguarunas, cuando no soportan más, se suicidan.

–Usted es feminista, ¿por qué el feminismo se liga la defensa del aborto?

–El feminismo propone que las mujeres y los hombres tengamos los mismos derechos, nos tratemos con respeto y tengamos el pleno ejercicio de todas nuestras facultades, incluyendo el derecho a tener una sexualidad libre de violencia y placentera. Las feministas no odiamos a los hombres, los amamos. Por esa razón, las feministas queremos que los anticonceptivos no sean un privilegio de quien puede pagarlos, sino que se repartan gratuitamente.

–Bueno, si se trata de dinero mucho menos cuesta una caja de píldoras anticonceptivas que un aborto.
–Por supuesto…

–¿Entonces por qué apoyar el aborto?
–Mira, yo estoy en contra del aborto, pero estoy a favor de que se despenalice, porque pienso que no es justo que a una chica pobre que no puede comprar pastillas anticonceptivas, que la violan y no tiene para comprarse la píldora del día siguiente que cuesta 30 soles, encima la quieran meter presa por abortar.

–¿Tiene usted pareja?
–Sí, pero no puedo decir nada de ella porque no tengo su consentimiento.

–¿Ha tenido parejas varones?
–Claro, antes los he tenido. Y ahora hay uno que hasta me ha llamado de Estados Unidos para decirme que igual me quiere y hay otro que me ha dicho que me va a esperar.